lunes, 6 de mayo de 2019

II Ludo Ergo Sum 2009

Una crónica fotográfica de Aquilifer, el 23 de octubre de 2009


Espectacular vista superior de las partidas de miniaturas con un jugador disfrazado de ¿soldado alemán? Me encanta.

En este relato intentaré narrar lo acontecido en las últimas jornadas Ludo Ergo Sum. Es especialmente difícil hacer una crónica completa de unas jornadas, porque normalmente hay multitud de eventos simultáneos, lo cual hace que un observador sólo pueda experimentar una mínima parte de todas las actividades. Así pues, espero que el lector asuma que este relato es más un diario de mis actividades que la totalidad de las jornadas me pongo a escribir. Aunque eso sí, este humilde escriba intentó cotillear todo lo que pudo por allí, con la intención de poder informar de la mayor cantidad posible de actividades.



Una espectacular imagen del torneo de Flames of War, yo no sé de que va, pero hice de mirón como el que más.


Pero me estoy adelantando, y es el momento de empezar por el principio. Las jornadas Ludo Ergo Sum 2009 fueron organizadas el pasado 18, 19 y 20 de Septiembre por múltiples asociaciones lúdicas, culturales y roleras. En concreto “Ars Lúdica”,“Cofradía del Dragón”, “A. J. Ocaso del Mundo”, “Rolatividad”, “Por un Pasito Más”, “Ingenium” “Místicos de Arkat” . Se celebró en el Pabellón Polideportivo de La Elipa. Concretamente, en el pabellón de frontón. El pabellón tiene la ventaja de que es alto, lo que hace que aunque haya mucha gente no se sufra de calor. Pero también tiene el inconveniente de que es alto, lo cual hace que haya muchísima reverberación, lo cual no es lo mejor para jugar al rol. El complejo deportivo es grande, y sólo tiene una entrada. Está rodeado por una larga carretera y un frondoso parque. Afortunadamente, la entrada no esta lejos de la boca de metro, siempre que no des la vuelta durante un cuarto de hora como hice yo, bordeando la entrada por carretera y parque. En fin, Googlemaps es maravilloso pero no infalible.

Los simpáticos organizadores, el más cercano a cámara es Klapton, y el maneja el ordenador Plunder.

Lamentablemente, y por culpa de un catarro que me tenía fastidiado, no pude ir a las actividades del viernes por la tarde, algo de lo que me arrepiento a posteriori, aunque soy consciente de que si no me hubiera quedado en casa con una manta igual no hubiera podido disfrutar del sábado y del domingo como lo hice. Quizás pueda el año que viene. La cantidad de actividades era grande. Tanto que estoy bastante seguro de que me dejaré algún torneo sin nombrar, porque había muchas mesas. Para que se hagan una idea de la distribución he aquí una foto de cómo estaban situadas las mesas, extraída de la detallada guía que daba la organización a todos los inscritos:


Aunque pueda parecer pequeñito en el dibujo, las mesas eran largas como un día sin pan, y en ellas cabía mucha, mucha gente sentada. Las mesas 1 a 4 estaban dedicadas a las cartas, lo más que vi fue magic. Las mesas 5 a 7 por su parte, estaban ocupadas por diversos juegos de miniaturas, aunque lo que más brillo fue el torneo de WarhammerTambién había sitio para las partidas de rol, localizadas en las mesas 8 a la 13 y para el uso de la ludoteca, la zona 14 y la 15. En lateral izquierdo estaba la organización, en el fondo los stands de tiendas y editoriales, y a la derecha la zona para niños (gran invento) y la subasta-tienda benéfica de un pasito más.

Al fondo la organización y mesas y más mesas. Como se puede ver el techo es MUY alto.

Aquí van algunas pruebas fotográficas más que ayudarán a sumergirse en el buen ambiente de las jornadas. Que conste que he colgado sobre todo fotos de la mañana, ya que después había tanta gente que no se distinguían bien las actividades. A lo largo del fin de semana llegaron a haber ¡673 visitantes! Lo que supone un incremento de más de un 50% con respecto al año pasado. Sin duda las jornadas han sido todo un éxito en cuanto a crecimiento se refiere. Y no sólo respecto a crecimiento, la verdad es que la organización fue bastante buena. Había multitud de personas con la fácilmente reconocible camiseta naranja de organización. Sólo tuve experiencias positivas con ellos, y la mayoría no me conocían de nada. Y eso que sólo conocía a Plunder y a Klapton, y ni siquiera en persona sino de foros roleros.

Al fondo la organización y mesas y más mesas. Como se puede ver el techo es MUY alto.

El sábado quería llegar temprano, pero entre mi catarro y las distancias sólo conseguí llegar a eso de las 11:00h de la mañana. Podría parecer que no es muy tarde, pero ya en aquel instante había una buena cantidad de actividades en curso, entre las que se incluía un torneo de Magic, otro de Warhammer y varias partidas de rol en las mesas. Incluso había gente que se relajaba con algún juego que habían sacado prestado de las completas ludotecas habilitadas al efecto. Tarde para apuntarme a una partida de rol deambule un poco por los Stands presentes. Días después me entere que Aravar, otro nick conocido gracias a los foros, estuvo arbitrando todo el fin de semana su juego Mü, una pena no haber coincidido. Hubo partidas más clásicas, recuerdo ver anunciadas sesiones de D&D y La llamada de Cthulhu entre otras.

Ya desde hora temprana la gente andaba enfrascada en partidas de rol.

Entre los Stands presentes se encontraban tiendas clásicas de Madrid como Generación X o Padis, algunas editoriales como Sombra, y algunas otras tiendas que no identifique. Se vendían desde contadores hechos a mano para el Agrícola hasta miniaturas bélicas de periodos variados. A la derecha de los Stands se encontraba la ludoteca, y justo en el lateral puesto a la organización, se situaba la ONG un pasito más, que tenía a disposición del personal una tienda y una subasta benéfica. Yo encontré dos libros de elige tu propia aventura, ¡a 50 céntimos cada uno!, y me traje de vuelta a las islas un recuerdo entrañable de tiempos más inocentes.

La esquina donde se ubicaban la ludoteca y la zona infantil. Lo que se ve detrás de las mesas son unos juegos la mar de sencillos pero viciosos.

Estaba ya decidido a hacer algo cuando empecé a encontrar gente. Primero unos buenos amigos que viven en Madrid, después empezaron a aparecer personalidades de la red, que fue un placer conocer. Bandido, el entrañable ak-ministrador de SPQRol apareció junto con el almirante Kane de Radio Telperion [Ahora editor jefe de Holocubierta]. Con ambos vinieron muchos conocidos cibernéticos de los foros roleros, así como de la USS Heracles , partida de rol por foro en la que estoy enrolado. Así, rodeado de los frikis de la peor catadura, o de la mejor, depende de según se mire, comenzamos una charla muy entretenida.

Durante el paseo no pude evitar fijarme en una partida de Warhammer.

Y la charla se alargó, recorrimos tranquilamente el recinto, se nos unió Meroka, otro longevo activista del rol y Jacobo, uno de los autores del Haunted House . Total que nos fuimos a la cafetería, situada justo en frente del pabellón, nos tomamos un café, que estaba bien de precio, y hablamos y seguimos hablando hasta que llegó la hora de la comida. A menos de cinco minutos de las jornadas había un Centro comercial y de camino había sitios para comer, así a bote pronto recuerdo un chino y un Burger King.

Antes de salir a comer hubo tiempo de pasear por los Stands.

Tras hacer sobremesa en la ludoteca jugando al Tsuro, ¡qué gran juego!, volvimos a la cafetería a por otro café, y allí nos quedamos charlando. Allí estuvimos hasta que algunos empezaron a llegar mientras otros se marchaban. Así conocí al activo Carlos de la Cruz, al que siempre se puede encontrar en su blog la frikoteca . La verdad me parece muy interesante ponerle cara a gente con la que intercambias ideas a diario, y a los que, si no fuera por este tipo de eventos, probablemente nunca conocerías en persona. La compañía y la conversación siguieron siendo magníficas, y casi agotamos el día hablando de rol, de cine y de Star Trek.

La zona de la ludoteca, donde retiramos el Tsuro, estuvo muy activa todo el día.

Al final, Meroka y yo resistimos, y regresamos al interior para asistir al fin de la jornada del sábado. Y tenía sorpresas, hubo un sorteo, y una interesante entrega de premios. Como el pabellón tenía una minigrada fue muy fácil reunir a los asistentes. Hubo premios para los campeonatos de Catán, de Alambra y varios más que no recuerdo. Me resulto agradable comprobar que había multitud de mujeres entre las campeonas. El mundo friki se normaliza, hacía unos diez años que no iba a unas jornadas, y la verdad la paridad de sexos en asistencia es todo un progreso y adelanto. Cuantos más seamos, mejor. Esta fue la mejor noticia del fin de semana, junto con el hecho de que las mesas más tranquilas fueran las destinadas a las cartas… ¿estará el rol resurgiendo? Lo único que sé a ciencia cierta es que la organización repartió multitud de regalos, pequeños en tamaño, pero grandes en intención.

Sólo un instante antes del cierre y el sorteo comenzaron las mesas a vaciarse.

El domingo había aprendido la lección y lo primero que hice fue ir bien tempranito para pillar una partida de rol junto a Meroka. Tuvimos la suerte de conseguir entrar en la partida de Fábulas que organizaba Dungeonero, otro ilustre forero y a la postreel autor del juego. “Oktoberfest” resultó la mar de vívida, y reconozco que me lo pasé como un enano llevando a un francés veterano de las guerras napoleónicas. Lástima que no pude quemar ninguna iglesia, como hacíeron históricamente los soldados de L’Empereur. Me quedó el consuelo de que cumplimos la misión, de que jugué una partida de FUDGE al fin y de que descubrí un juego como la copa de un pino, como es el Fábulas. La anécdota del día fue que un organizador, y por tanto friki por definición, se acercó a nuestra mesa, y al ver los dados FUDGE nos preguntó si no teníamos dados “normales”. ¡Todo un logro que te hagan esa pregunta en unas jornadas roleras!

Otro ángulo de las mesas de rol.

Con el párrafo anterior ya me he ventilado la mañana, así que tendré que pasar a la tarde, ya que la comida fue fugaz: un bocadillo en el bar del pabellón, donde ya habíamos tomado el día anterior varios cafés. Tras haber comido en poco tiempo y por poco dinero, nos adentramos de nuevo en las jornadas con ganas de hacer más cosas por la tarde. Y he aquí que la amable gente de GenX no hizo una demostración al Roll Through the Ages: Bronce Age, y nos gustó tanto que repetimos partida. La verdad si no hubiera habido tiempo limitado habría estado allí todo un día jugando con aquellos curiosos dados de madera con dibujitos. Hubo otras demostraciones de otros juegos a cargo de otras tiendas, incluso me pareció ver al autor del juego de cartas "1936" haciendo demostraciones del mismo.

Las tiendas aprovecharon las mesas de cartas algo más despobladas tras acabar sus torneos para organizar sus demostraciones.

Total que nos levantamos, y Meroka se retiró, lo cual aproveche para liar a un organizador forero, Plunder, para obligarle a que me enseñara a jugar al Agrícola, ¡aún mejor que el Tsuro!, a pesar de que no había tiempo para una partida completa. En aquel momento, a las seis de la tarde del domingo, no quedaban mesas libres, y eso que las de cartas no albergaban torneo alguno. El pabellón tenía una cantidad generosa de visitantes, y nos tuvimos que apañar en una mesa que delimitaba la ludoteca (es bueno tener contactos). Para nuestra sorpresa, una pareja joven vio nuestras intenciones… ¡y pidió unirse a la fiesta! Aquello se convirtió de una clase particular en un simulacro de partida, y así estuvimos mareando la perdiz una hora. La media partida fue interesantísima, y no veo el momento para volver a cultivar mi huertita.

Otro ángulo de la zona de la ludoteca, arriba, asi como de la tienda de un pasito más en la parte derecha.

Sometidos a las exigencias del tiempo sólo restaba el resultado de la rifa para terminar las jornadas, para la que se compraban los boletos de forma voluntaria a 1€ cada una. Yo compré mi boleto porque me pareció entender que el objetivo era un objetivo solidario, pero sobre todo como premio a la organización. Fue lo único que costaba dinero de las jornadas. Uno podía ir allí e hincharse a jugar rol, juegos de tablero, miniaturas o cartas y no te cobraban un céntimo. ¿Quién dijo que gratis había muerto? En resumen, lo pase genial, conocí gente fantástica y me divertí de lo lindo practicando varios de mis hobbies favoritos. Tengo claro que si puedo volveré el año que viene. Lo único que falta es que pongan un regalo al visitante más lejano, que igual me lo llevo.

El buen ambiente clave del éxito de las jornadas.


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