sábado, 8 de junio de 2019

Módulo Fiasco: Los Reyes de Ronda

Una vez se sale del fértil Valle del Guadalquivir, Andalucía es un laberinto de serranías en cuyas cuevas y recovecos habitaron muchos hombres cuyas hazañas alimentaron el mito romántico que cuajó en la imagen que hoy en día tenemos del bandolero, cuyo máximo exponente popular es el célebre Curro Jiménez, que nos imprimió a fuego la idea del hombre desinteresado que roba a los ricos y se expone al peligro en beneficio de los más débiles. Vamos, lo que viene siendo un Robin Hood a la española.

Algo de aquello debió haber durante los dos siglos (XVIII y XIX) de mayor auge del bandolerismo cuando el pueblo llano les sacaba coplas para llorar su muerte y se les garantizaba cobijo cuando venían mal dadas y la Santa Hermandad o la Benemérita les perseguía de cerca. Pero los bandoleros, que por otra parte no son patrimonio en exclusiva del pueblo andaluz, no solo eran bienhechores.


Dicen algunos entendidos que eran la respuesta de una sociedad inculta y refractaria a los cambios, y puede que lleven parte de razón. Pero lo cierto es que las sucesivas desamortizaciones que deberían haber servido para crear una clase media, solo sirvieron para acentuar el latifundismo imperante en Andalucía. Y sin tierras ni medios con los que comer, se pone uno de lo más libertario, aunque ahora lo llamen indignado.

Tampoco ayudó que el Paso de Despeñaperros, cuyo recorrido siempre había tenido demasiados escondites, no tuviera una carretera hasta que en el año 1760 se le encendió la bombilla a Carlos III. Ni que Fernando VII se olvidara de todos los guerrilleros que se partieron la cara con los gabachos durante la Guerra de la Independencia como se olvidó de la Constitución de 1812. Y si hasta el rey se niega a cumplir la ley, no se pueden pedir peras al olmo. Un poco la historia de siempre.

Sea como fuere e independientemente de la figura del bandolero a la que queráis apegaros, la historia de unos tipos armados con trabucos y navajas asaltando caminos a caballo y persiguiendo mozas con la sensación de que el mundo les debe lo que toman y que su justicia es tan buena como la de la autoridad, tiene todos los ingredientes necesarios (grandes ambiciones y escaso control de los impulsos) para convertirse en un fiasco para ellos y todos los involucrados.




Enlaces de descarga




No hay comentarios:

Publicar un comentario